domingo, 3 de julio de 2011

De la coagulación del polvo



En el ruedo primero y milenario
es como una peonza,
y gira, voltea, de mano en mano
en un mostrador de cinc
donde suele beber vinos sin fondo,

se mira en el deseo
de los hombres, y a veces de mujeres,
todos pueden catarla,
venderse es su verdadero talento,

pero nadie se queda,
y tiene un perro que pinta paredes
que de ella nada saben
subrayando la mentira insistente,

suele cambiar de nombre
allí en todas las horas escondidas,
y no es fácil ser hetaira barata
imaginando el roce de los grandes
que la ven transparente
en sus formas ahora desbordantes,

el tiempo es implacable,
la faz de colorete
no resiste al paso de un algodón.

2 comentarios:

Blanca EstoydePaso dijo...

Señor Alloza usted juega y juega a ser Mago, Bufón y Rey, nada y por nada menos la grandeza del poeta. Es usted grande

Mis respetos Eternos

Beso al instante

María Socorro Luis dijo...

La vida cruda y dura, monami.

Algún dios absurdo sonríe...

Unos cuantos besos.