Los "ladrillos de memoria " son unos cuadritos de latón de 10 cm que llevan la inscripción del nombre y del destino de una víctima de la Shoah. Son insertados en las aceras, delante de la casa donde ésta vivió y/o de donde marchó hacia los campos de concentración. Estos "ladrillos de memoria " ("Stolpersteine" en alemán, literalmente "escollos" ) son una creación del artista alemán Gunter DEMNIG. En ciertas calles de Alemania, hay hasta 7 o 8 ladrillos delante de cada portal. Esta intervención se ha extendido a Holanda, Bélgica, Austria, Hungría. Está prevista su extensión hacia Italia, Francia y Ucrania.
domingo, 21 de agosto de 2011
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10 comentarios:
¿Y hasta cuando puede durar?
¿Hasta la próxima eclosión de violencia?...Aunque tampoco negaré que esa simple chapita puede ser menos efímera que la vida misma...
Y puede que hasta sólo se trate de una manifestación de la vanidad del artista...
Besos, Jose María.
Curioso comentario, Marian. Gunter lleva varios años haciendo este trabajo y su nombre no aparece en ningún lugar, y en ningún caso aparece en los ladrillos. Estas intervenciones suponen el permiso de las municipalidades, de los Landers, y por supuesto de los vecinos, y es eso lo verdaderamente interesante. Y lo más interesante de todo, es ver como la gente (los vecinos) se hace cargo de estos ladrillos, como los cuida (el latón se vuelve gris al cabo de un tiempo, hay que limpiarlo periódicamente) como avisan cuando pasa cualquier cosa (accidente, robo,) para que vengan a arreglarlo.
Querido Jose maria:
Lo que no pueda, quizás, arreglarse nunca,, sea ese innato deseo de poder y destrucción del ser humano... ¿o de verdad crees tú, Jose María, Que ya estamos curados de esa epidemia?...
Más besos.
Me parece inteligente y absolutamente necesario, mantener siempre presente los horrores de la historia.
Siemprebesos.
Buenísima idea y emociona lo que cuentas de los propios vecinos. Yo haría lo mismo. Hay que recordar la historia siempre.
Besos, hoy en honor a los Goldstein
Querida Marian,
Digamos que soy optimista, y no creo que el deseo de destrucción y poder sea un deseo innato; Como otras cosas que definen contradictoriamente lo humano -la esperanza, los géneros, la espiritualidad, etc.. - ese “deseo” es fruto de la historia de la humanidad (somos seres genéricos) y como tal susceptible de cambiar en el mismo proceso histórico. Lo que sí es cierto, es que las condiciones de la violencia aun están presentes, y que, a corto y medio plazo, vamos más bien camino de la guerra (social y entre estados) que camino de la paz. Lo cual no impide, ni debe impedir, el deber de memoria. Al menos para evitar, en la medida de lo posible, las confusiones mentales. Estos días, leyendo y escuchando algunas de las reflexiones que corren por ahí, no pude evitar de hacer ciertos paralelismos, y me acordé de una cita : " Es de un grotesco espantoso, 40 millones de italianos no son nada y 400 diputados lo son todo. " Benito Mussolini. 10 diciembre 1917.
Más besos.
Así es Soco, hay que mantener la memoria. Gracias por estar siempre.
Besosmemorizados. :-)
Pues sí, Isolda, los vecinos son ejemplares. Besos para ti.
Me parece muy buena la idea , hay cosas que no se pueden olvidar, que no deben caer en el olvido, para evitar que se repitan.
Un abrazo, José.
Leo
Efectivamente, Leo, la memoria es un deber.
Un abrazo.
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