Je ne sais pas très bien ce que je fais. Peut-être suis-je en train de ranger ma vie dans le cristal. Un cristal qui puisse se confondre avec la transparence de la mer. La mer. La mer de l’autre côté du monde. De l’autre côté de la vie. Je la déposerai là-bas au fond du lagon, et j’attendrai sous le toit de palmes. J’attendrai que le bleu vienne se confondre avec le bleu. Dans le bleu. Enfin!
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No sé muy bien lo que estoy haciendo. Posiblemente esté colgando mi vida en un cristal. Un cristal que pueda fundirse en la transparencia del mar. El mar. El mar al otro lado del mundo. Al otro lado de la vida. La depositaré allí, en el fondo de la laguna, y esperaré bajo el tejado de palmas. Esperaré que el azul venga para fundirse en el azul. En el azul, ¡Por fin!
6 comentarios:
Será Hermoso confundirse con el azul transparente del mar… pero nunca al otro lado de la vida, ni en el fondo de la laguna.
Esperar a la orilla de la laguna…Eso es más romántico, y llegará si lo deseas con el alma.
Muy buena la canción de Brel.
Besos.
pues tus versos están siguiendo un camino definido, José, estos intermedios están consiguiendo su objetivo, hoy son azules, tal como has querido.
Un abrazo fuerte,
Leo
Los tres son preciosos.
Siempre asocio Intermezzo a Ingrid Bergman. A partir de ahora también los asociaré a ti, a ese mar azul que buscas y a Jacques Brel.
Beso azul.
A veces, Lore, la realización del azul es un más allá. Besos
Gracias Leo. La verdad es que pintar los versos, de cualquier color, es mucho más fácil que pintar la vida. Un abrazo
Muchas gracias, Isolda, eres muy amable. Mas, no sé si es muy cuerdo asociarme a tan ilustres personajes, jajajaja Besos
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