Una noche de espera,
calor de cenizas.
Al amanecer, loca juventud,
la infantería en el aire puro,
enarbola las bayonetas,
y el sol ilumina una amapola,
en el vientre de los hombres.
Cierro los ojos,
no quiero escuchar los gritos.
¿Quién te cuenta la esperanza?
Un soir d’attente,
près des cendres chaudes.
Au matin, jeunesse folle,
la voltige dans l’air pur,
brandit les baïonnettes,
le soleil éclaire un coquelicot
dans le ventre des hommes.
Je ferme les yeux
pour ne pas entendre les cris.
Qui te dit d’espérer?
lunes, 21 de marzo de 2011
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6 comentarios:
Hoy, es difícil contarla, José, muy difícil, hoy las bayonetas son ràficas de luces cortando el aire, deshojando amapolas.
Un abrazo.
Leo
No lo creas Leo, no es tan diferente como parece; al final, las batallas siempre acaban a pie. En Afganistán, pasan cosas así, a diario.
J´aime ça...
La poesía..
Demos-le la palabra a los versos en esta fecha..
Un gusto leerte..
Un abrazo
Saludos Fraternos..
Aunque la vida siempre se ponga en juego en una ruleta rusa... la buena poesía nunca muere...
Como la tuya, José María.
Un beso.
Nos quieren hacer creer que es diferente, pero los motivos son siempre los mismos.
Y las víctimas...
Dolor en el alma, para lo que a otros es cosa diaria.
Besitos
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