martes, 7 de junio de 2011

La última batalla.


Los fantasmas sin huesos
arbolan banderas de lluvia,
y la armadura se oxida
suavemente en un rincón
geométrico de nostalgia,
la espada, sombra solitaria
en un muro de ojos cansados,
adornos de guerrero vencido.

La última batalla no tiene nombre,
habla con risa de cascabel,
y en una mirada de orbitas vacías
decidí mecerme en sus brazos,
así, definitivamente.

16 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Hola, guerrero de armadura y espada.

Tal vez, caballero andante en busca de Dulcineas inexistentes?...

Besos

Isolda Wagner dijo...

Preciosos versos, me encantan los últimos; eso sí, tristes como esa fotografía y así los percibo.
Besos de sol.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, José María:

Tal vez la humanidad no tenga que llegar hasta allá... para nuestro propio bien.

Abrazos.

Lore dijo...

Yo me encuentro con un poema aunque hermoso terriblemente desolador.

Besos José María.

Marián dijo...

¡Qué preciosidad¡
"La última batalla no tiene nombre,
habla con risa de cascabel,
y en una mirada de órbitas vacías
decidí mecerme en sus brazos,
así, definitivamente,"
Una elegía perfecta de la muerte.
Pero tú no te mueras ¿vale?
Besos.

Unknown dijo...

La ultima batalla, José, es la que aún se combate,esa que aún lleva el guerrero en los brazos. Me gustó si, y mucho.
Un abrazo.
Leo

Alma Mateos Taborda dijo...

Maravilloso poema, los versos finales son sublimes. ¡Felicitaciones! Un abrazo

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Duro y triste es el final de una batalla perdida, pero si se pierde enarbolando la bandera del honor y la honestidad, al menos serás enterrado con ella.
Un abrazo, Poeta.

José María Alloza. dijo...

Como dicho, Soco, Dulcinea quedó en el camino…
Besos.

José María Alloza. dijo...

Gracias Isolda, a decir verdad, ya no queda ni tristeza :-)
Besos.

José María Alloza. dijo...

La humanidad tal vez no… :-)
Abrazos, Rafael

José María Alloza. dijo...

Así va la vida, Lore, viajamos en nuestra propia desolación :-)
Besos.

José María Alloza. dijo...

No puedo, Marian, ya lo estoy :-)
Besos

José María Alloza. dijo...

Cada combate debe vivirse como el último, el guerrero, querido Leo, solo tiene su muerte para ofrecer. La única posibilidad de victoria, es contra su propia espada, en el último combate.…
Un abrazo.

José María Alloza. dijo...

Muchas gracias Alma. Abrazos.

José María Alloza. dijo...

Es la única posibilidad de victoria, amigo Terly, perder con honor.