lunes, 6 de junio de 2011

Elipse de autodestrucción.


Ostentación de silencios arrugados,
petrificadas las audiencias,
se oyen ecos de vidas fosilizadas,
grises de peldaños usados,

hoy vi las golondrinas
alegres, en copas de cisnes negros,
pasaron dos zuritas,
cantando dulces nanas,
y chuleaban los picamaderos,

el rostro enamorado,
tenía cara de agua helada
en un futuro decadente,
y era un sueño sin rastro
la flor de vientre preñado,

a veces quisiera ser un hijoputa
mudo en el escudo de un verso,
y matar la huella de esperanza,
vocal en el altar de mis huesos,

cuando el deseo recuerdo
en poeta me disfrazo,
poco más que un niño,
y un chelo demasiado grande,

bulevar de sabor inexorable,
el desprecio de venas 
será el último espasmo.



14 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhhhh bueno, y luego preguntas x q te digo que tantos no, NOOOOO!!! ?
Vuelvo a repetirlo, me encanta como escribes, pero regálame un SI ;)
Besos Amadeus.

Marián dijo...

Preciosas las dos últimas estrofas...

...un chelo nunca es demasiado grande entre las piernas de una mujer enamorada...

...y un espasmo es a veces preludio de otro espasmo más grande...

Besos.

José María Alloza. dijo...

Res, vale, te escribiré un poema de Sis :-)
Besos

José María Alloza. dijo...

Tal vez, Marian, nunca sea demasiado grande, el chelo, entre los brazos del amor, tal vez sí lo sea, para aquel que se desliza en el silencio inevitable del ultimo espasmo…:-)
Besos.

Néctar dijo...

Acabo de llegar, es de esos días que despertar cuesta un mundo y de aquellos que no quieres dejar de vivir, terrible contradicción, como el último espasmo del que quieres ser presa hasta el infinito.
Un poco que un niño, así aprendemos a batallar. Siempre es un placer leer tus azules de infinitas gamas.

Néctares

Gustavo Pertierra dijo...

No creo que te disfraces de poeta, lo eres con todas las letras y total merecimiento.
Magistral poesía.
Un fuerte abrazo amigo.

Unknown dijo...

La evocación del recuerdo muchas veces nos hace disfrazar, José, no sólo de poetas, a veces, nos convertimos en verdugos de nosotros mismos.
Imagenes certeras. Me gusta el poema.
Abrazo.
Leo

Jorge Torres Daudet dijo...

Es un grito deseperanzado. Me gusta.
Un abrazo.

María Socorro Luis dijo...

De qué sufre el poeta, que hoy está triste?... De amor tal vez?...

Amelia Díaz dijo...

Ufff...JM...Y, ahora, ¿qué te comento, si me has dejado sin palabras? Es uno de tus mejores poemas, lleno de imágenes geniales y con un ritmo y una musicalidad perfectas.
Que sí, que me ha encantado!!!

Sin respiración...

© José A. Socorro-Noray dijo...

Ausencia, evocación, quizás simples recuerdos en unos versos llenos de desesperanza, pero tú no puedes disfrazarte de poeta porque ya eres poeta... ¡y de los grandes!


Un fuerte abrazo.

cualquiera, qué más da. dijo...

Buah... ¡¡Eres un puto maquina!! (Perdón por la expresión, jeje).
Me encanta como escribes.

PD: No podría dejar pasar la oportunidad de seguir tu blog.

Eve dijo...

Hermoso poema =)

José María Alloza. dijo...

Gracias a todos, sois el sol que ilumina el camino del amanecer. Bienvenida a los que llegan.
Besos y abrazos, a repartir.