Cambió la noche
por la mañana,
y en un olvido prefabricado
las palabras se usaron
con otro nombre,
hasta olvidar el presente
en la alcoba de su ego,
hasta olvidar el futuro
cada día más vacio,
dejó atrás los besos
y el vino
entrando en un silencio
sin sexo
prematuro de sinceridad.
Amor,
se me ha caído el alma al suelo.
4 comentarios:
Recoge el alma, y que viva la locura...
Hola, José María:
Arriba el ánimo, el alma debe estar siempre altiva no, en el suelo.
Abrazos.
Que bonitos versos, lo dices tan bien...que hasta casi no duele...
"Amor, se me ha caído el alma al suelo"
Un alma en el suelo...es algo muy sugerente...hasta se podría pensar que puede levantar el vuelo...
Besos, José María.
La Luz del día nos muestra todas las Mentiras... ¿Por qué dejar de Vivir la Oscuridad Sincera de la Noche?
El paso del Tiempo fagocita el Futuro... ¿Por qué permitir que se nos quede vacío?
Pero no sufras... El Alma que está a ras del suelo está más cerca de la Verdad y de la Vida que el Alma desplumada que pretende volar demasiado lejos.
Lo que no admito es dejar atrás los Besos y el Vino... Con lo ricos que son y lo poco que duran.
Un Beso y una Copa de Vino, J.María.
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