sábado, 21 de mayo de 2011
Flor de arena.
Cuando el pueblo despierta,
de la (des)ilusión de la propiedad,
el sabio vende gafas a los ciegos,
que miran el coche del vecino.
De las protestas de hoy,
nacen los silencios de mañana.
Cuidaros, una nota no es sinfonía,
las veletas giran con el viento,
y esperan -en el reflujo de la hipoteca-
los cadáveres en la arena.
Un cadáver sonriente,
de su semen cansado,
preña un grano de arena,
y crece la flor en despojos
de antiguas batallas.
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9 comentarios:
El pueblo es sabio, sabe en que momento quitarse las cadenas y los pesares.
Un abrazo.
Muy sabio tu poema...
Una nota puede volar al viento, pero puede ser el inicio de una magnífica-milagrosa sinfonía.
Soñemos que así sea. Muxus milla zuri
El pueblo, es mucho pueblo, y escapa al concepto de pueblo, como diría Pepe Carvalho, cualquier día, antes de que desapareciera el Barrio Chino de Barcelona… Pero me parece estupendo, y maravilloso, que redoblen las cadenas, en sinfonía de esperanza. Y nadie podrá quitarnos las sonrisas de lo vivido.
Gracias a los dos :-)
Besos y abrazos.
Hacen falta muchas voces para que no muera la esperanza, José, cuando todo un pueblo alza la voz, la sinfonía ensordece, y el poder tiembla.
Un abrazo.
Leo
Querido Leo, como escribí en el face de Paloma, las revoluciones son, por definición, románticas… Y yo soy de los primeros en subirse a las barricadas, a las batallas o a las plazas, donde haga falta. No obstante, he vivido, en el 68, uno de los mayores eventos de la historia de Francia, y mira que había gente en la calle, y el país totalmente parado (9 millones de huelguistas) y la imaginación desbordando por doquier, y, aun así, la cosa acabó con una contra-manifestación de un millón de personas (de la dificultad de definir el pueblo…) y la elección de una cámara de diputados la más reaccionaria que se podía imaginar… Esto me enseñó a no olvidar el pesimismo de la inteligencia, en las olas del optimismo romántico… Pero, en definitivas cuentas, valió la pena, como vale la pena vivir cosas como las que están pasando en España, porque te transforman de manera radical. Y estoy seguro que las derrotas construyen un mundo más humano, de las victorias, a veces dudo…
Un abrazo.
Vale la pena, solo ver que la gente no está dormida como parecía.
besos
Querido José como se ha escrito por ahí en Twitter: "No arruines el "hoy" con culpas de "ayer" ni con dudas de "mañana"".
Dicho esto, entiendo a lo que te refieres en este poema. Los que vamos teniendo años ya sabemos que pasará esta efusión, sin duda romántica, pero quizá algo importante logre cambiar.
El poema como siempre exquisito.
Claudia, siempre vale la pena arriesgar, todo menos ser un cadaver ambulante. Besos.
Querido Armando, en definitiva pienso como Cioran, los oprimidos siempre tienen razón, aún cuando se equivocan, y la poesía intenta iluminar las grietas de realidad…
Un abrazo
Gracias por tu visita y comentario. Tienes razón una nota no es sinfonía pero creo que en esta ocasión surgirá a pesar del pesimismo y si no es así ¡pobres de nosotros!
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