domingo, 7 de noviembre de 2010

Desterrado.


Desterrado
en el más profundo
de los silencios,
son lagrimas plurales
de poemas semáforos,
al rojo vivo;
y no es nostalgia,
es presencia,
presencia absoluta.


¡Tú!
¡Mi herida!
Metamorfosis
de oros vocativos,
que vuela
en borrascas
conjugando la sal
que extraña recibir
un eco metonimia,
que cose o fusiona,
en la perspectiva
inversa,
donde invento
palabras marinas.


En tu fuego,
mi destino
amor,
vida,
en la esquina
de caderas,
en lo más intimo,
soñadas.


Canasta de mis días,
hambre de un mito
o de una diosa,
yemas en mis mejillas,
boca en boca,
alegría de armisticio.
¿Cómo extraerte de este corazón?



27 comentarios:

Fernando dijo...

José María, amigo y poeta. Es una muy buena poesía, pero yo creo que amar es amar siempre, sobre todo cuando ha existido un amor tan grande como el que se intuye de tu poema. No importa que te separe el destino, porque siempre habrá presencia, presencia absoluta. Un abrazo.

claudia dijo...

Bello y triste.

Amelia Díaz dijo...

Y ahora, ¿cómo te digo que este poema es de los mejores que has escrito?
Parece que me repita, pero es que, queridísimo Alain, te superas día a día.

Es sublime, de veras.

Me voy, pero te dejo tres o cuatro suspiros...

Y mil besos.

Duna dijo...

Qué triste...
Mis besos para ti

Noray dijo...

Ese exilio es el que más duele. ¡Qué bien lo has descrito!


Un abrazo.

curro dijo...

Hay que joerse, yo no se si para escribir esto, hay que haberlo vivido, porque no es posible, al menos eso creo, expresarse asi sin haber pasado por eso, o estar pasando. Es una duda que tengo. Un abrazo de lao

César Sempere dijo...

Extraordinaria composición del amor plomizo, lacrado, imborrable y eterno. Desgarro de nuestra existencia.

Un placer disfrutar con tus letras.

Un abrazo,

Leonel dijo...

Otro poemazo , José, excelente.
Cuanto es difícil después de tanta entrega arrancarlas del corazón!
UN abrazo .
Leo

Respirando entre palabras. dijo...

Extraer del corazón a quien tanto se ama?
Mmmm, no creo que sea posible; y menos cuando el color "rojo" sigue corriendo por nuestras venas.
Besos y una felíz semana para ti!

Lore dijo...

Jamás se extraera del corazón a quien tanto se amó, y hay ocasiones en que amar duele tanto, que el aire es escaso.

Bellísima poesía José Maria, como todas las que escribes.

Besitos.

Recomenzar dijo...

me gusta como escribes y el masticar de tus letras las comas y puntos que pones escribiendo tus palabras

Jose Zúñiga dijo...

Se desgarran los versos uno a uno, se explayan las metáforas, hasta llegar a sentir, pura lírica, el entierro, el destierro.

José María Alloza dijo...

Gracias amigo Fernando. Tal vez queda la ilusión de nuestro amor propio :-)
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

No sé, Claudia, no sé, nunca conseguí ponerme verdaderamente triste en los entierros…
Gracias por comentar.

José María Alloza dijo...

Jajaja, Gracias Ame. Así voy, de sublime en sublimación, acabaré totalmente sublimado :-)
Besos

José María Alloza dijo...

No tanto como parece, querida Duna.
Besos, muchos.

José María Alloza dijo...

Bien es cierto que duele, amigo Noray ¿Pero dónde? Eso me pregunto… :-)
Gracias poeta. Un abrazo.

José María Alloza dijo...

A la diferencia del acto, la imaginación no tiene límites, amigo Curro. Sin desvelar secretos que no existen, el poema fue inspirado por la foto, después, y por supuesto, integra cosas vividas o que imaginamos haber vivido :-)
Un abrazo, de lao…

José María Alloza dijo...

Muchas gracias Cesar, a decir verdad, no deja de sorprenderme que nos desgarremos con tan poca cosa, será que, a la edad viruela…. :-)
Gracias y un abrazo.

José María Alloza dijo...

Gracias Leo, creo que al final la dejaré ahí, no vaya a ser que arranque el corazón al mismo tiempo, que este, por el momento, me es útil
:-)
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

El caso es que, querida Respirando, tal vez nos amamos a nosotros mismos… Un beso.

José María Alloza dijo...

Lore, eres un sol, no me cansaré de decirlo. Besos guapa.

José María Alloza dijo...

Muchas gracias, Recomenzar.
Saludos.

José María Alloza dijo...

Gracias Jose, la verdad es que, desde que escribo, no deja de extrañarme la distancia entre la realidad y lo escrito (aunque este se apoye en lo vivido) Cuando miro con un poco de cordura, me recuerda el entierro de la sardina, de cuando éramos niños. :-)
Un abrazo así de grande.

María Socorro Luis dijo...

Toujours l'amour...

Ta muxusss.

José María Alloza dijo...

Toujours, ma chère Soco, l’amour toujours Comment faire autrement ? :-)
Besos.

Emilio dijo...

Un texto lleno de una emotividad creciente; buen principio, buen final.

Saludos.