Hablas y te escucho, sin decir nada,
pero no es un silencio,
es el deseo que anuda la garganta.
Te ofreces, te niegas…
Hago memoria de tus palabras,
memoria de tu cuerpo,
memoria de tu voz,
memoria de tu pelo,
memoria de tus ojos,
memoria de tu perfume,
memoria de un furtivo beso…
Entre los brazos,
encajan los cuerpos,
como en un sueño…
Quisiera acariciarte,
justo ahí, entre tus senos,
tocarte, antes de tu desaparición…
¿Es posible amar hasta este punto?
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10 comentarios:
Es posible amar, AMANDO, mas allá de toda lógica...
Besos
Y mucho más, pero tu poema es muy hermoso y intenso. Mientras te leía mi piel sentía cada palabras.
Y mucho mas allá de esos puntos.. poeta. es posible siempre..
Un placer leerte..
Un abrazo
Saludos fraternos..
Bellos versos sobretodo su primer cuarteto , es lo que me viene pasando y haz dado con el puñal, la ambivalencia, el limbo , la inseguridad que lacera la paciencia y el amor mismo dilatando la dicha por esa terrible complejidad.
Un abrazo poeta!
Es evidente que es posible, no hay más que leerte a ti.
Una vez más, en tu casa, disfrutando.
Un abrazo.
En esta memoria quedan las perfectas formas.
Decirte que me gusta, no es nada,pues lo sabes muy bien.
No me debes nada mas que lo que te apetezca dar. Nada que te obligue.
Muchos besos.
Quevedo decía que hasta más allá de la muerte: ...polvo enamorado.
Estos versos no conocen límites.
Nadie en su sano juicio pondría su alma a disposición del capricho de un tercero, y sin embargo sólo en esta entrega desquiciada encontramos la armonía perfecta para ser felices.
Seguro que tu esto lo conoces amigo Amadeus y sabes que es posible amar así.
Un abrazo querido poeta.
Hay puntos que lo son de no retorno...
Así es el amor.
Y tu poema...ufff...perfecto.
Besos, mi queridísimo Alain
"Hago memoria de tus palabras,
memoria de tu cuerpo,
memoria de tu voz,
memoria de tu pelo,
memoria de tus ojos,
memoria de tu perfume,
memoria de un furtivo beso…"
Que linda estrofa... Es que sin importar lo que sea, cuantos recuerdos más, quedan en el oculto, en el profundo espacio de un corazón melancólico que recuerda lo acontecido...
Saludos.
Cristofer.
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