sábado, 9 de octubre de 2010

Otoño.



Se alejan revoloteando
hojas, son sueños de arboles,
manchas de sangre volando.

Cerca del muro cementerio,
una llamada hacia la nada,
declama el ciprés solitario.

Sin embargo resistió a los inviernos blancos.

5 comentarios:

Fernando dijo...

Las hojas de los árboles, que caen en nuestro otoño, son también mensajes que nos envían anunciándonos que llega el frío invierno. Si estos árboles están cerca de un cementerio, nos avisan también que todo pasa muy rápidamente y nos aconsejan la vuelta rápida a nustro hogar transitorio. Un abrazo, admirado pieta.

Amelia Díaz dijo...

Un buen reflejo del paso del tiempo.
Me encantan tus metáforas, Alain querido.

Besos enormes!!!

(Me voy a Lisboa. Quiero ver si me sienta bien la comida china ;) )

María Socorro Luis dijo...

Las hojas del otoño son cometas
en busca de algún sueño perdido...


Muxu.

César Sempere dijo...

El reloj no para. Señales por todas partes. No queda otra que sacarle todo lo bueno a la vida.

Contundente.

Un abrazo,

Jose Zúñiga dijo...

Los cipreses, esos gritos plantados ante la muerte.