domingo, 31 de octubre de 2010

Barricadas del alma.

 Marc Riboud. Washington 1967

La mort stupide eut honte et l'officier fit grâce.
Victor Hugo.


Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretado los dientes
y decidida la barba.


Cantando espero a la muerte
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

Miguel Hernández


Gonzalo Fuentes. Paris octubre 2010.


¿Qué son las convulsiones de una ciudad al lado de los motines del alma?


La reducción del Universo a un solo ser, la dilatación de un solo ser hasta Dios; esto es el amor. ¡Qué triste está el alma cuando está triste por el amor! ¡Qué vacío tan inmenso es la ausencia del ser que llena el mundo! ¡Oh! ¡Cuán verdadero es que el ser amado se convierte en Dios! Basta una sonrisa vislumbrada para que el alma entre en el palacio de los sueños.

Ciertos pensamientos son oraciones. Hay momentos en que cualquiera que sea la actitud del cuerpo, el alma está de rodillas.

Los amantes separados engañan la ausencia con mil quimeras, que tienen, no obstante, su realidad. Se les impide verse; no pueden escribirse; pero tienen una multitud de medios misteriosos de correspondencia. Se envían el canto de los pájaros, el perfume de las flores, la risa de los niños, la luz del sol, los suspiros del viento, los rayos de las estrellas, toda la creación. ¿Y por qué no? Todas las obras de Dios están hechas para servir al amor.

El amor es una parte del alma misma, es de la misma naturaleza que ella, es una chispa divina; como ella, es incorruptible, indivisible, imperecedero. Es una partícula de fuego que está en nosotros, que es inmortal a infinita, a la cual nada puede limitar, ni amortiguar. Se la siente arder hasta en la médula de los huesos, y se la ve brillar hasta en el fondo del cielo.

Victor  Hugo.

10 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

"La reducción del Universo a un solo ser, la dilatación de un solo ser hasta Dios; esto es el amor". Y ya no hay nada más que decir.
Un texto soberbio.
Un abrazo.

El magnetista dijo...

Qué buen texto. Muy bueno,no lo conocia. Gracias por este regalo. Aunque creo que el si amor no revoluciona la calle no es tan poderoso entonces (no basta con las revoluciones internas)

un abrazo

El magnetista

María Socorro Luis dijo...

Subrayo: "...Una partícula de fuego que está en nosotros, que es inmortal e infinita, a la cual nada puede limitar ni apaciguar."

Y agrego: si cada ser humano pudiera hacerla arder en su corazón,el mundo tendría arreglo.

Gracias por el magnífico regalo de hoy.

Muxusss. Soco

Noray dijo...

¡Qué bien! Muy bien traído el texto de Los Miserables de Víctor Hugo para el poema de Miguel Hernández. Creo que no ha habido en lengua castellana un poeta que cante tan profundamente al amor desde la exquisita sencillez como Miguel Hernández. Y es que Miguel sigue siendo destilando amor después de muerto, aunque hoy sólo sea "un corazón bajo una piedra".

De no haber muerto tan joven se hubiera convertido en el más insigne poeta de lengua castellana.



Un fuerte abrazo.

José María Alloza dijo...

Gracias por estar siempre Mercedes. Hugo es un gran escrito.
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

Mon Cher Magnetista, no puedo estar más de acuerdo contigo; alguien escribió “quien no entiende lo que hay de subversivo en el amor, ese habla con un cadáver en la boca” y justamente estas dos fotos “revolucionan” y muestran algunos de esos instantes mágicos que se producen en los movimientos colectivos.…
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

Gracias a ti Soco, de alguna manera pensé en ti cuando construía esta entrada; tu manera de embellecer el mundo, siempre me recuerda estos instantes mágicos.
Besos

José María Alloza dijo...

No hay duda Noray que Hernández era un gran poeta –guardo un recuerdo mágico de un concierto de P. Ibáñez, en Toulouse allá por los 70- Me pareció bien acompañarlo de estas imágenes, que a mi parecer son poesía pura. El texto de Hugo, habla por si solo.
Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Se me había pasado esta entrada... Gran homenaje, preciso: Hern´ndez es, ante todo, el poeta del amor. Por mucho que fuera viento del pueblo.
Abrazo

José María Alloza dijo...

Jose,
el viento del pueblo
- esos momentos locos, tal vez destinados al desastre-
siempre me ha inspirado, amor, erotismo…
Y si, Hernández es poeta del amor.

Las barricadas disipan los miedos,
cierran las calles y abren futuros,
vientos de amor, torbellinos
de noches y besos florecidos.

Un abrazo.