martes, 31 de agosto de 2010

Sniper.




Unas mujeres
transportan bultos
que parecen inmensos.

Pasan miradas cargadas
de dolor o miedo
tal vez de odio.

No lo sé muy bien

Dentro de esta devastación,
en medio de los escombros
inmensidad de una sonrisa.
Un niño que pasa.

Imágenes que desfilan
en el retículo del arma.
Planos secuencia
de una guerra absurda
que ni siquiera es la nuestra.

Más tarde, más tarde
llegara el miedo.

Pero como negar la belleza
cuando se extiende la noche
sobre los perfumes de Oriente

Enlazadas en el canto del muecín,
acarician las burbujas del viento,

decenas de palomas.

13 comentarios:

Ignacio Reiva dijo...

Que terrible es aquello que ni siquiera la buena poesía puede embellecer. Te recomiendo leer a Darwish. Un gran abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Hay esperanza? No lo sé.
Tus versos son esperanzadores. Y el poema, que quiere ser prosaico, resulta lírico, fluído, musical. Hermoso.
Abrazo

Adolfo Payés dijo...

Hay momentos tan difíciles, pero el tiempo nos dicta la esperanza, es el momento de ella..




Un abrazo
Saludos fraternos

María Socorro Luis dijo...

La sonrisa de un niño siempre es poesía.
Aparente sencillez, para un tema de permanente actualidad.

Beso triste.

Respirando entre palabras. dijo...

Duro como real... asi es la vida.
Besos

anabel dijo...

Escalofriante fotografía de una realidad que nos conmueve y nos avergüenza.

Un abrazo.

José María Alloza dijo...

Ignacio. Darwish es un excelente consejo; te diré que viví durante 15 años con una mujer que llevaba ese apellido :-)
Y si, nada puede embellecer verdaderamente el horror; pero no creas, aunque que parezca absurdo, la belleza y la humanidad aparecen en los lugares mas inesperados…
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

No sé, José, no sé si hay esperanza, pero yo la tengo arraigada en la piel, desde entonces… Tal vez por eso mis versos sean esperanzadores. Y muchas gracias, eres, demasiado amable con mis letras.
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

Siempre es el momento de la esperanza, Adolfo, y aun más en los peores momentos.
Un abrazo

José María Alloza dijo...

No estés triste, Soco. De esos momentos salen verdades que a veces se necesitan años para entender; y un optimismo indestructible.
Un beso sonriente.

José María Alloza dijo...

Duros, reales…. Respirando. Horror y belleza, como la vida…
Besos

José María Alloza dijo...

No sé Anabel, a mi me parece que la gente mira estas cosas –en la tele, en los diarios- como si no fueran reales…
Un abrazo.

Rafael Mulero Valenzuela dijo...

Amadeus: terrible, terrible cualquier tipo de guerra, de odios, de miedos. Siempre emocionante encontrarnos con la sonrisa de un niño, lo único verdadero. Felicidades.