viernes, 20 de agosto de 2010

Un pie en el tiempo, otro en las nubes…




Je contemple la terre ainsi qu'une ombre errante
Le soleil des vivants n'échauffe plus les morts. Lamartine.

Un mar de nubes, allí,
en montañas de África
o tal vez de ninguna parte ;
Como islas de un archipiélago imaginario
agudos picos surgen de la guata inmaculada.
Sentados, frente al sol naciente
contemplamos el panorama que nos rodea.
Un escarabajo camina entre mis pies,
haciendo esfuerzos desmesurados
escalando los guijarros de su camino.
¿Cómo puede vivir en este universo mineral?
Los heridos se quejan, casi silenciosamente…
Nadie habla, solo el perfume de los cigarrillos
en aire puro de la mañana.
Sentimiento de paz absoluta.
Súbitamente, oímos el rotor del helicóptero
que viene a buscarnos. Polvo. Órdenes.
Embarcamos como autómatas, sin una palabra.
Desde la puerta del aparato
vemos alejarse el séptimo valle,
con la certeza de que no hay nada
más allá de la vida.
Teníamos veinte años y tú quedaste allí.
En aquella tierra, tal vez de ninguna parte.

La belleza está en la mirada del hombre,
el mismo tiempo puede ser muerte o poesía

6 comentarios:

Adolfo Payés dijo...

Me encanto, esta muy sentido tu poema.. maestro.. y esas palabras de Lamartine. maravillosas..


Excelente..

Un abrazo
Saludos fraternos...

Que disfrutes un buen fin de semana..

Edu dijo...

El ser humano es poesia o tragedia y solo en su mirada esta la ultima.

Un Abrazo

Respirando entre palabras. dijo...

Un bomardeo pero de palabras,con la canción "The End" de The Doors de fondo.
Apocalypse Now, GENIAL!
Besos

Lore dijo...

Tragedia es el lugar donde acaban los sueños
y se oscurecen las esperanzas.
Real y sentida tu poesía.
La frase de Lamartine me ha erizado el vello.

Besos Amadeus.

Paloma Corrales dijo...

Precioso homenaje a ese amigo que se quedó. El cierre del poema es una filosofía de vida en sí misma.

Besos, dos docenas.

María Socorro Luis dijo...

Un poema conmovedor y hermoso. Bajo su aparente sencillez, encierra una enorme metáfora sobre la vida y la muerte. Me recuerda los poemas de Carver.

Un abrazo