Dado que el espectáculo de la vida,
sustituye a la vida, realmente vivida;
No es que no pase nada, mas la muerte
podría cancelar los excedentes
desprovistos de significación.
Para nosotros,
que deseamos más allá de la muerte,
el sueño sería socialmente necesario.
Sin embargo,
no podemos escuchar a quien escucha,
sería como un grano de arena,
en el ombligo.
Aquí estoy, comiendo una crepe,
rellena de manzanas canela
y flameada al Calvados;
el té a la vainilla, caliente,
me gusta más allá del posible
y del imposible, de unas deliciosas nalgas.
¿Pero dónde están las farolas de gas?
Por cierto, siempre son los otros que mueren.
Afuera llueve, a cántaros…
martes, 12 de octubre de 2010
Llueven, farolas de gas…
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7 comentarios:
Buena traducción, jeje. Aunque en francés mola más.
La crepes lo mas real ,,
para que martirizarse con sueños.
teniendo manzana .
un saludo
No te cuento las ganas que me han dado de comerme uno de esos crepes que te has beneficiado.
Sí, siempre mueren los otros, pero cuando son queridos también nosotros morimos un poco.
Hasta pronto.
Si alguien nuestro muere, tambien nosotros morimos un poco con ellos.
Pero nos queda ese delicioso crepe,
rellena de manzanas y canela flameado con Calvarios, o con una copiata de Armañac...
seguro que no estará nada mal, para soñar Amadeus.
Besitos.
Me voy a la cocina a hacer unes crepes, rellenos de dulce de leche y nata. Son deliciosos, me gustan tanto como un poema, y mi hijo menor, que está en casa los adora.
Merci beaucoup, por la idea, monsieur...
Esos creps siempre me gustaron,
es un placer pasar a leerte.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.
Y no me has llamadooooooooooooo!!!! Quiero crepes!!!
Vale...de acuerdo...un poema DELICIOSO!!!
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