domingo, 30 de mayo de 2010

El secreto de tu falda


Il n'est jamais trop tard pour sonder l'inconnu,
Il n'est jamais trop tard pour aller au-delà.

Gabriele d’Annunzio


Pintar un techo,
y no hacer nada
un domingo por la mañana.

Ir a comprar al mercado,
y leer o escribir
hasta la madrugada.

Cocinar juntos,
y beber vino
haciendo el amor en la bañera.

Invitar a los amigos,
y salir corriendo
para estar solos.

Iniciar un viaje hacia Venecia,
y parar de urgencia
en el hotel de la esquina.


Mirarte dormir,
y despertarte para decirte :
te quiero.

Alquilar dos bicicletas,
y no usarlas
quemando la cama.

Bailar bajo la luna,
y buscar en tus labios
la funda del alma.

Escribir el último poema,
y bajo una lluvia de estrellas
conocer el secreto de tu falda.

lunes, 24 de mayo de 2010

Nota de jazz



Navegando,
una estrellada noche de verano
a estribor bailaban las luces de una flota pesquera.
Todos escuchamos el canto de una sirena;
era tu voz y la escuché por vez primera.

Descansando,
arriba de una montaña, mientras
se encendían las primeras estrellas
y el sol enrojecía con sus últimos rayos el paisaje;
sentí el calor de tu cuerpo que me convocaba al sueño.


Otra noche, ruta hacia el cabo de Creus,
entre olas y susurros de viento
mientras escribía rumbos y velocidades,
levanté la cabeza cerca del timón;
y tus ojos alumbraron de azul la noche.

No recuerdo cuantas veces me acarició tu perfume.

Una vez, pensando en un poema
que hubiese podido empezar así:
Cuando pronuncio tu nombre,
es como una nota de jazz,
que libre se escapa y me atrapa…
En ese momento brotaron desde un café
las primeras notas de My Favorite Things.
Me senté en la terraza, admirando el atardecer
y los ladrillos rosados de la Catedral Saint Etienne,
y escuchando la música de Coltrane ;
el vino tenía el inverosímil sabor de tus labios.

Adiviné tu perfume
un instante antes de que tus cabellos
rozaran mi mejilla
y cuando tus labios besaron los míos
admiré la luna abrazando la tierra.

Es por eso que cuando te vi por vez primera,
te reconocí inmediatamente; translúcida y verdadera.

viernes, 14 de mayo de 2010

Viaje a Raron.


La luna se desliza en el alba
bailando palabras que rompen
como las olas desplegadas
contra el muro de esa terraza
que vive para mirar el mar.
Brazos rodeando las piernas,
el mentón sobre las rodillas,
llegan los ruidos de la mañana
al café de las dulces madrugadas.
Pronto iniciaremos un largo viaje
-ella no lo sabe todavía-
un viaje dibujado en las curvas
cuando el sol pinta sombras
que se alargan en las fachadas
y los grillos cantan casi nanas.
Subiré por las calles empinadas,
abriré su puerta
y mirándola a los ojos,
tan profundos como claros,
le diré : - ¡ven, nos vamos!
Su mano en mi mano,
muy ligeros de equipaje; un libro
y un cuaderno de escritura.
Haremos un viaje sin etapas
las únicas paradas serán deseos
desafiando al tiempo y a la muerte.
Visitaremos a Rilke
cerca de la antigua iglesia de Raron
le dejaremos en ofrenda una promesa,
un poema azul y un pétalo frambuesa.
Después será inútil fingir los sueños
en la constelación de astros muertos,
será inútil despertar,
porque comprenderemos lo que no se ve.
Ella no lo sabe todavía.

jueves, 13 de mayo de 2010

Voyage à Rarogne


La lune glisse dans l’aube qui se profile,
ballotée par des mots qui s’entrechoquent
comme des vagues
sur le muret de cette terrasse
donnant sur la mer.
Les bras entourant les jambes,
menton sur les genoux,
j’entends derrière moi les bruits du matin,
le café qui ne va pas tarder à ouvrir.
Toute à l’heure, elle ne le sait pas encore,
nous partirons vers un voyage en zig zag.
Un voyage tout en courbes,
à l’heure ou le soleil fait de l’ombre aux façades
et les grillons chantent dans les pinèdes
bordées de maisons blanches.
Je traverserai les rues de cette ville en pente,
ouvrant sa porte et regardant ses yeux, si clairs,
je lui dirai : viens, nous partons.
Main dans la main nous marcherons,
avec pour seuls bagages un livre
et un cahier d’écriture.
Ce sera un voyage sans étapes,
les seuls arrêts seront ceux des désirs
défiant le temps et la mort.
Nous irons voir Rilke,
tout à coté de la vielle église du Valais,
et nous lui offrirons une promesse,
un pur poème en forme de rose.
Dès lors il sera inutile de faire semblant de rêver,
dans une constellation d’étoiles mortes ;
Il sera inutile de se réveiller,
par ce que nous verrons, ce qui ne se voit pas.

lunes, 10 de mayo de 2010

Plegaria



Dios mío,
nunca te pedí nada
ni honores, ni gloria.
Me conformé con los restos
lo que nadie quería
el sudor
y el grito de los heridos.
Solo quise
el coraje en la batalla.

Hoy Dios mío te pido
unos días a su lado
Te pido unas horas,
casi nada.
La esperé tanto tiempo,
tanto tiempo…
Dios mío dame une noche
una sola noche con Ella.

Después podrá llegar la muerte.

sábado, 8 de mayo de 2010

El escote de la sombra



Brillan soles parlanchines
Son palabras inagotables
En el escote de la sombra

Furioso juego de claro oscuro
En el lindel del significado
Mancha de tinta sobre un azul
Tal vez el azul del cielo

Podría ser que los recodos
De las sabanas-escritura
Nieguen el cuerpo inundado
Dulce llave de lo maravilloso

Entonces dime, sin decírmelo
¿Cuál es la fiebre de la espera?
¿Cuál es la suspensión del instante?

martes, 4 de mayo de 2010

¿Si mañana es sangre?


Je suis une image en pierre.
Seikilos m'a placé ici,
où je me trouve pour toujours,
symbole d'un souvenir éternel.




Dice la canción,
que la perla perdida,
en la orilla del mar
no se puede encontrar…

Buceando el frágil instante
-espacio entre el deseo
y el miedo de sí mismo-
la mirada enamorada,
desvela seres de luz
recónditos en el alma.

A veces, cuando pienso
que de su pérdida quedé ciego,
se abre viva la llaga de oro,
y me llena en la ausencia,
en lo más profundo, presente.

El Sol quiere vencer a la Luna;
Del campo de batalla,
nace una leve caricia
cargada de poesía.

Suave calor que me desgarra,
pensando su nombre, y tiembla,
cuando quiero besar su alma,
sacrificio pagano, hasta la locura.

Despertando del sueño,
el carmín de sus labios
en mi pecho
escribe su esencia.

El Amor no es ciego y la poesía es su futuro.
¿Y qué importa si mañana es sangre?